domingo, 23 de diciembre de 2012

La historia de los tres Reyes Magos.





Sabías qué……

La historia de los tres Reyes Magos de Oriente que cita la Biblia, no fue tal y como se relata.

Se cuenta que tres Sabios de Oriente, llegaron a Belén para buscar el portal donde había nacido el Hijo de Dios para adorarle. Estos tres Magos de Oriente reciben los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, proviniendo de Europa, Asia y África respectivamente.

Estos tres sabios fueron guiados por lo que se llama una estrella fugaz y llevando consigo Oro, incienso y mirra como presentes para el Hijo de Dios.

En la Biblia se recoge que fueron unos Magos, pero no se nombra ni el número de ellos ni los nombres. El número se agregó después en relación a los tres obsequios que presentaron a Jesús (oro, incienso y mirra) aunque hay que destacar que los armenios creen que fueron hasta doce los Magos.

Después de tantos años se han ido haciendo estudios y hay muchas teorías sobre estos Sabios de Oriente, pero la que se ve más convincente es una realizada por unos estudiosos en Jerusalén.

Ese estudio versa sobre la existencia de un único individuo que ni era Rey ni era Mago. Se piensa que ese individuo se disfrazó de Rey y fue para adorarle, pero con una segunda intención.
Se sabe que el rey Herodes mandó a matar a todos los niños menores de dos años ya que los Profetas hablaban de que nacería el Rey de reyes y tendría más poder que todos, y evidentemente Herodes no quería perder su poder. De aquí sale el día de los Santos Inocentes, en el que el cristianismo recuerda a todos los niños que murieron por esta causa.

Pues bien, el Rey Herodes mandó a uno de sus súbditos a que buscara al niño del que hablaban los profetas en la ciudad de Belén. Éste cuando llegó al portal donde se encontraba el Niño y descubrió que era cierto lo que las profecías decían y que el Hijo de Dios había nacido, decidió cambiar de rumbo y tirar por el lado contrario del que había venido para no tener que rendir cuentas de lo que había visto a Herodes, y de este modo salvar la vida de Jesús.




Artículo de Ignacio Villa.


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