El hombre, un inmigrante aterido de frío, sólo le pedía un lugar donde pasar la noche a cubierto.
Si la solidaridad comienza por uno mismo, no es el caso de José Luis T.S., uno de los okupas de la corrala "La ilusión", en el sevillano barrio de La Alameda de Hércules, que el pasado lunes por la noche no sólo negó a un inmigrante que pasara la noche en la casa que él mismo había ocupado, sino que llamó a la Policía para que lo echara de allí.
La historia, propia de los mejores tiempos de Berlanga, comenzó conuna llamada de José Luis al 091 pidiendo la ayuda de una dotación policial porque en la puerta de "su" casa había un hombre exigiendo entrar.
Cuando llegaron, los agentes se encontraron con que la casa era la queunas decenas de personas "okuparon" el pasado sábado tras un enfrentamiento con la Policía, que pretendía así evitar la entrada de los okupas en una propiedad privada.
En la puerta, un hombre de color apelaba a la solidaridad de los ocupantes de la vivienda para pasar la fría noche a cubierto. Y arriba,viéndolo todo desde un balcón, el okupa que había llamado a la Policía para que lo echaran de allí. Claro que sólo hizo eso, llamar a la Policía, porque cuando los agentes le pidieron que bajara a identificarse negó la mayor y dijo que nones, que si bajaba lo detenían a él por okupa. Y claro, no lo iba a poner tan fácil.
Al final, el inmigrante indigente, Hassane W.B., de 33 años, se alejó de la corrala "La ilusión" sin lograr la ilusión propia de pasar la noche a cubierto, aunque fuese en un rincón de un pasillo, según le dijo a los policías.
Mientras se alejaba del lugar, los agentes oyeron a Hassane quejarse amargamente. Al fin y al cabo, con él, la solidaridad de los okupas había hecho aguas.
Fuente: ABC de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario