Se ubica en la ruta de los pueblos blancos. El municipio se ve atravesado por el río Guadalporcún que forma el impresionante tajo a su paso por la ciudad.
Pareciera que una enorme roca está a punto de desmoronarse y aplastar las casas de Setenil de las Bodegas. El río Guadalporcún, ha modelado un impresionantes tajo a su paso por la ciudad. Y sus habitantes, han decidido no desaprovechar ningún espacio...
Historia:
Según la crónica de Bernáldez, la conquista de la villa era fundamental para la corona en su avance hacia Granada, y el sitio de 1407 no proporciona el fruto deseado. Desde ese momento Setenil es considerado casi inexpugnable y puerta fundamental para la reconquista del reino nazarí. Desde los tiempos de Juan II de Castilla hasta el reinado de los Reyes Católicos se producirán siete sitios, de ahí el nombre de la ciudad Septem nihil, siendo el último –21 de Septiembre de 1484– el que conduce a la victoria.
Bajo dominio cristiano Setenil es declarada villa de realengo y recibe de los monarcas la Carta de Privilegios en 1501, donde se dispone un elevado número de franquicias y beneficios equiparables a los que en ese momento gozaba Sevilla.
Tras los primeros momentos de la repoblación y el repartimiento de casas y tierras, Setenil comienza una nueva etapa en la que sus vecinos, un buen número de los cuales pertenecía al estamento hidalgo, tales como las familias Ortiz, Zamudio, Guzmán... viven de los cultivos de la vid, los cereales, el aprovechamiento del monte, la ganadería y la pesca.
Durante la Edad Moderna Setenil avanza y continúa disfrutando de una privilegiada situación entre los pueblos de la serranía, sólo alterada ocasionalmente por la presencia de tropas que en diversas circunstancias se aprovisionan de la villa, con el consiguiente perjuicio económico para sus habitantes. Los setenileños poseen una importante iglesia, un hospital y un seminario que se mantendrá hasta mediados del siglo XVII. Será en este siglo cuando tras numerosos pleitos, consigan liberarse de la ciudad de Ronda, por una real pragmática firmada en 1630.
La entrada del siglo XIX está marcada por las luchas guerrilleras de sus vecinos, que unidos a los de otros pueblos de la serranía gaditana resisten ante el invasor francés que ocupa la península. El proceso desamortizador no repercute positivamente en los habitantes de Setenil y los campesinos, buscando soluciones que palíen sus dificultades económicas, se unen a los movimientos sociales que empiezan a difundirse por la sierra gaditana.
En la actualidad, y una vez superados los procesos de emigración de la segunda mitad de nuestro siglo, Setenil continúa desarrollándose siguiendo sus pautas tradicionales de signo fundamentalmente agrícola, a las que se une el aprovechamiento turístico de un pueblo que por lo excepcional de su entramado urbano, la belleza de sus alrededores y lo singular de sus festividades se constituye en uno de los más atractivos municipios de la provincia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario