Desde 1965, la BBC y el Museo de Historia Natural de Londres se unen para premiar las mejores fotografías de naturaleza en el Veolia Environnement Wildlife Photographer (Premios Veolia al Fotógrafo de Vida Salvaje y Naturaleza). Pese a que a menudo son los profesionales quienes logran los galardones en las diferentes categorías (historia, especies en peligro de extinción, comportamiento y animales submarinos, entre otras), también los aficionados consiguen alzarse con algún premio.
Pero quizá la más sorprendente es la de Paul Hilton. Este fotógrafo británico siguió el comercio de aletas de tiburón desde los pescadores hasta los restaurantes que las sirven como delicia gastronómica en China. Los comensales desconocen que cada año se matan 73 millones de tiburones para que sus apéndices lleguen a su mesa; con un sabor bastante metálico, ya que muchas de las aletas están contaminadas con mercurio.
Fuente: Quo
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