miércoles, 12 de diciembre de 2012

Corea del Norte dispara un cohete que podría ser un misil de largo alcance.


Corea del Sur y Japón protestan contra el lanzamiento mientras el régimen de Pyongyang anuncia que ha puesto en órbita con éxito un satélite espacial.

Tal y como había anunciado, Corea del Norte ha disparado este miércoles un cohete de largo alcance que ha sobrevolado las aguas de Corea del Sur y Japón, levantando el consiguiente temor en ambos países. Aunque el régimen estalinista de Pyongyang ha anunciado que ha puesto en órbita con éxito un satélite espacial, sus vecinos asiáticos y Estados Unidos sospechan que se trata en realidad de la prueba encubierta de un misil intercontinental que podría golpear Hawai, Alaska e incluso las costas de California.


Como dichos proyectiles comparten el mismo cuerpo, tecnología y motor que el cohete Unha-3 disparado hoy, los expertos temen que en el futuro pueda transportar una cabeza nuclear en lugar de un satélite. Un nivel de sofisticación que Corea del Norte no parece haber alcanzado aún, pero que ha mejorado desde que en 1998 lanzara un cohete que atravesó Japón.

De momento, esta prueba ha tenido más éxito que la efectuada en abril, cuando otro proyectil similar, que supuestamente también llevaba un satélite, se desintegró a los pocos segundos de ser lanzado. Según confirmó el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-seok, un destructor de la Armada detectó el lanzamiento a las 9:51 de la mañana (1:51 de la madrugada, en España) y, un minuto después, el primer módulo de propulsión del cohete cayó sobre el Mar Amarillo. Siete minutos después, el cohete pasó al oeste de la isla japonesa de Okinawa, antes de desaparecer de los radares surcoreanos. Una vez consumido, otro de los depósitos de combustible que impulsa el cohete debería haber caído, en teoría, al este de Filipinas.


Dos horas después del lanzamiento, los medios estatales norcoreanos anunciaron su éxito, mientras el mando de la Defensa Aeroespacial Norteamericana (NORAD) confirmaba en un comunicado que, según las primeras indicaciones, Pyongyang “había puesto en órbita un objeto, aparentemente”.

A la espera de la confirmación definitiva por los expertos, la Casa Blanca ya ha criticado este “acto provocador que amenaza la seguridad regional”. Alarmados por la larga trayectoria del cohete, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, ha convocado una reunión de emergencia del consejo de seguridad nacional, mientras que el ministro de Exteriores, Kim Sung-hwan, ha advertido a Pyongyang de que se enfrentará a “graves consecuencias”. Por su parte, el Gobierno de Japón ha llamado a consultas en el Consejo de Seguridad de la ONU para condenar el lanzamiento, prohibido por la Resolución 1874.

Aunque Corea del Norte había programado disparar este cohete entre el lunes y el próximo día 29 de diciembre, en los últimos días había reconocido ciertas “dificultades técnicas” que hacían prever su retraso. Con dicho lanzamiento, el régimen de Pyongyang pretende conmemorar el aniversario de la muerte del “Querido Líder” Kim Jong-il, que tuvo lugar el pasado 17 de diciembre. Además, supone un aviso a Japón, que celebra elecciones este domingo (16 de diciembre), y a Corea del Sur, cuyos comicios están previstos para el miércoles 19.

Aislado del mundo y anclado en su comunismo anacrónico, el régimen pilotado con puño de hierro por el joven Kim Jong-un se aferra a la política “songun” de primacía militar instaurada por su padre para mantenerse en el poder mientras los 23 millones de norcoreanos sobreviven a duras penas con cartillas de racionamiento.

En 2006 y 2009 detonó dos bombas atómicas y cuenta con misiles Taepodong que, en teoría, podrían golpear Hawai y Alaska, pero los expertos dudan de que puedan montar una cabeza nuclear. De todas maneras, y como ocurrió con sus anteriores bravuconadas, lo que Corea del Norte persigue no es atacar a EE.UU., sino lucir el músculo de su “diplomacia atómica” para reabrir las negociaciones a seis bandas sobre su desarme nuclear a cambio de petróleo y ayuda humanitaria, estancadas desde 2009.




Artículo del ABC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario